Santana recuerda su infancia en un partido de Branco y Domingo. Santana era un chico normal que amaba el fútbol, pero perdió a sus abuelos que lo había criado en un accidente. Un hombre rico, Barla, había conocido el talento de Santana y conspiraron para que lo incorporó a su equipo. Santana resistió pero Barla le dijo que él era un niño abandonado y le sorprendió.
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